Un vocero del departamento de Estado de EE.UU. acaba de
declarar que “El PKK y otros grupos afiliados no deberían jugar ningún papel en
la región Yezidí de Sinjar”, expresando una posición solidaria con el gobierno
del KDP de Barzani, que comanda la región autónoma kurda en Iraq desde hace
muchos años en acuerdo con los imperialistas.
Según John Kirby, “Nosotros continuamos creyendo que el PKK,
que ha sido rotulado por nuestro gobierno como terrorista, debería dejar de
inmiscuirse en los asuntos de Sinjar, ya que su presencia es el mayor obstáculo
para la reconciliación y el retorno inmediato de las personas desplazadas por
la guerra.”
Por todo esto, el vocero yanqui convocó “a todos los grupos,
incluso el KRG - Kurdistán Regional Government - a promover una política de
reconciliación que les permita retornar a los desplazados y a las traumatizadas
comunidades de la región, comenzar las tareas de su reconstrucción.” (ARA news)
Mientras tanto, Nechirvan Barzani, primer ministro del KRG y
uno de los más altos dignatarios del KDP, acusó al PKK de ser responsable de “boicotear
la reconstrucción de Sinjar… nosotros les agradecemos por su ayuda, pero les
exigimos que se retiren inmediatamente”. La declaración tuvo lugar en una
conferencia en la ciudad de Duhok.
Contrariando los dichos de Kirby y Barzani, la organización
humanitaria Human Rights Watch (HRW), en un reporte del 4 de diciembre, responsabilizó
exclusivamente al gobierno regional, el KRG, y no al PKK, por la implementación
de “medidas que limitan el ingreso de todo tipo de mercaderías al distrito de
Sinjar”.
El PKK se estableció en la región en agosto de 2014,
organizando la defensa del pueblo yazidí, que fue ferozmente atacado por Estado
Islámico, cuyos milicianos utilizaron el corredor abierto por la gente de
Barzani, que facilitó la invasión. Por todo esto, el pueblo yazidí siempre ha
denunciado la complicidad del KRG con ISIS.
Luego del acuerdo para la “liberación” de Aleppo entre los
gobiernos de Rusia, Estados Unidos, Irán, Siria y Turquía, los cañones de las
potencias internacionales y regionales apuntan contra la experiencia autónoma
de Rojava, dividiéndose las tareas en la perspectiva de acabar con el
Confederalismo Democrático, las asambleas y milicias populares kurdas.
Por esto, mientras las tropas turcas continúan invadiendo el
norte de Siria, el lacayo de Turquía y Estados Unidos, Barzani, se prepara para
golpear desde Sinjar. Los trabajadores y los pueblos de todo el mundo debemos
ubicarnos en la trinchera del heroico pueblo kurdo, impulsando la solidaridad
internacionalista y la lucha contra todos sus enemigos.
Los socialistas revolucionarios creemos que, para llevar
hasta el final esta lucha, habrá que establecer una Federación de Regiones o
Estados Autónomos de Medio Oriente, que rompa las cadenas de la dependencia con
todas las potencias imperiales y sus lacayos regionales, poniendo las riquezas
en manos de los trabajadores y el pueblo.
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