Por Claudio Colombo
El viernes pasado grupos rebeldes islamitas -apoyados por Turquía-
bombardearon posiciones de las Fuerzas Democráticas de Siria, SDF, en el
distrito de Tal Rafaat. El PYD, partido mayoritario dentro de los cantones de
Rojava, acusó a las autoridades yanquis de “cooperar con esta incursión”.
El ataque del viernes fue precedido por una ofensiva aérea
turca, cuyas bombas impactaron en las villas de Um al-Housh, Um al-Qura y Hasiya,
que están ubicadas en la zona norte del distrito de Aleppo. Diez combatientes
de SDF y cuatro civiles fueron asesinados, mientras que docenas de personas
quedaron heridas, varias de ellas de gravedad.
Estado Islámico había sido expulsado de estas poblaciones
entre los meses de agosto y setiembre por las milicias del SDF que marchaban
hacia la ciudad de al-Bab. Las Unidades
de Autodefensa del Pueblo, YPG, que constituyen la principal fuerza dentro de
SDF, pretenden tomar al-Babab para unificar los tres cantones de Rojava.
En ese contexto, fuentes del PYD, declararon que “todos los
informes que han recopilado confirman que los ataques contra SDF fueron
apoyados por autoridades estadounidenses”, afirmación que fue negada por el
secretario de defensa yanqui, Ash Carter.
Antes de esto, el vocero del Departamente de Estado de
EE.UU., John Kirby, había hecho un llamado, hipócrita, a “las dos partes” -rebeldes
sirios y kurdos- a detener los enfrentamientos entre sí y “coordinar los
movimientos para luchar contra ISIS…, ya que ambos pertenecen a la misma
coalición“.
Sin embargo, los
planes de Turquía nada tienen que ver con esto: “Escudo del Éufrates expulsará
a las YPG de Tal Rifaat y toda el área circundante, impidiendo que puedan
avanzar hacia al-Bab”, declaraba Abdurahman Harkoush, un
representante de la Armada del Islam, que es uno de los grupos apoyados por el
régimen de Erdogan.
“Los ataques de las fuerzas turcas y sus marionetas locales no han hecho
otra cosa que darle aire a Estado Islámico”, dijo Hisyar Ozsoy, vicepresidente del
Partido de la Democracia y el Pueblo, HDP, de Turquía. Otro integrante de este
partido aseguró que “Existe un acuerdo entre Rusia y Turquía para destruir,
junto con la resistencia de Aleppo, a la insurgencia kurda”.
El pueblo kurdo está rodeado de enemigos, ya que Obama,
Putin, Bashar, Erdogan, Barzani y Rohuani han decidido impedir que se unifiquen
los cantones de Rojava y, en la medida de lo posible, hacer retroceder a las
YPG de los territorios conquistados, preparando el terreno para aplastar la
Revolución de los cantones.
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