lunes, 12 de septiembre de 2016

Erdogan destituye alcaldes kurdos y echa de sus trabajos a miles de maestros de la misma etnia

Policía reprime a maestros kurdos en la ciudad de Amed, o Diyarbakir, en el sudeste de Turquía o Bakur (Kurdistán Norte)
El gobierno turco intervino violentamente 28 municipios gobernados por el Partido Democrático de las Regiones, DBP, en poblaciones urbanas de Silvan, Sur, Mardin, Wan, Elîh / Batman y Şırnak. Actualmente 110 de los 126 dirigentes del partido autonomista kurdo DBP están encarcelados por Turquía.

Los cargos municipales, que fueron obtenidos a través de elecciones, fueron cesados de manera sumaria y reemplazados por personajes del partido islamista conservador del presidente Erdogan, el AKP, que en esas localidades es absolutamente minoritario. 

Una docena de estos alcaldes fueron detenidos por la policía turca, entre ellos Leyla Imert, co alcaldesa de uno de los bastiones del movimiento de liberación kurdo, la ciudad de Cizre, que previo a la destitución de sus autoridades democráticas fue bombardeada durante semanas.

A estas medidas se le agregan la expulsión de 11.301 maestros kurdos el pasado jueves y el corte del suministro de internet en varias regiones. El presidente Recep Tayyip Erdoğan justificó estos ataques flagrantes contra las libertades democráticas,  declarando que “eran pasos que hace mucho tiempo deberían haberse dados…”

Según sus palabras, recogidas por el diario Hurriyet del 12 de setiembre, “Los intendentes y concejos municipales no pueden apoyar organizaciones terroristas”, relacionando a los detenidos al Imán Fetullah Gullen, supuesto ideólogo del fallido golpe, y al proscripto Partido de los Trabajadores del Kurdistán, el PKK.

Estas medidas tomadas contra funcionarios opositores elegidos en 2014 mediante el voto universal, fueron tomadas en el marco del estado de emergencia declarado luego de la asonada militar.  En el mismo diario Erdogan acusó a los alcaldes detenidos de “enviar fondos estatales a las montañas de Kandil”, donde se encuentran los cuarteles del PKK.

Mientras tanto, el Primer Ministro, Binali Yıldırım, afirmaba, en el mismo sentido que el presidente de Turquía, que “Algunas municipalidades se habían convertido en un centro logístico de la organización terrorista”, refiriéndose también al PKK. (Hurriyet, 12 de setiembre)  

Queda claro que el “intento de golpe” fue, en realidad, un verdadero golpe contra las libertades democráticas, por parte del gobierno, que con el apoyo de Obama, Putin, Bashar Al Assad e Irán, se está reacomodando políticamente en la región.

En ese marco, los dueños del mundo obligaron a Erdogan a tomar distancia de ISIS, de manera de continuar con el “trabajo sucio” que venían realizando estas bandas: acabar con la movilización del pueblo kurdo, tanto en el interior de Turquía como en el norte de Siria o Rojava.

Desde KDS redoblamos nuestro llamado a solidarizarse con el heroico pueblo kurdo, que enfrenta una durísima represión en la mayoría de las regiones en donde habita, tanto en Turquía, como en Siria, Iraq e Irán, constituyéndose en la vanguardia de la lucha contra las dictaduras de Medio Oriente.

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