Según el diario
El Universal del 16 de abril “Los presidentes de Turquía, Recep Tayyip Erdogan,
e Irán, Hasán Rohaní, han prometido luchar de forma unida contra el
terrorismo y el sectarismo, que definieron como las mayores amenazas en Medio
Oriente.”
“Los dos
mandatarios hicieron estas declaraciones, transmitidas en directo por la cadena
CNNTürk, durante una comparecencia conjunta en Ankara, tras participar en una
ceremonia militar.”
"Hay que
trabajar de forma conjunta contra el terrorismo y el sectarismo que sacuden
nuestra región y provocan crisis humanitarias; debemos dar prioridad a los
esfuerzos para poner fin a las crisis de Siria e Irak… dijo Erdogan durante la
comparecencia”.
También Rohaní
denunció el "sectarismo" entre suníes y chiíes como el peligro
principal en la región. “Todos somos musulmanes; debemos decir al mundo
que nuestra identidad es el islam y debemos explicar su verdadero rostro,
frente a la trampa de la islamofobia”.
La solemne
recepción de Rohaní en Ankara se produjo al día siguiente de la clausura en
Estambul de la XIII cumbre de la Organización de la Cooperación Islámica (OCI),
cuyo manifiesto final denuncia en duros términos la "interferencia"
de Irán en los países cercanos como "Bahréin, Yemen, Siria y Somalia"
y su "apoyo al terrorismo".
Según cuenta la edición
citada de El Universal, “Rohaní participó en esta cumbre, donde se cruzó, sin
saludarse, con el rey saudí Salman bin Abdulaziz, cuyo país es el mayor rival
geopolítico de Irán y fuerza dominante en la OCI. “
Sin embargo, más
allá de estos gestos y de las diferencias que existen y continuarán existiendo
entre los presidentes, jeques, reyes y demás personajes que se hicieron
presentes en la reunión -que incluyen guerras, como la que tiene lugar en Medio
Oriente- todos coincidieron en enfrentar a su enemigo en común: el “terrorismo
sectario”.
En ese sentido,
habría que preguntarse ¿Cuáles son las organizaciones “terroristas” que
amenazan por igual los intereses de Turquía e Irán, ya que no lo son ni Al
Qaeda, ni el Estado Islámico, ni la mayoría de las bandas “islamitas” que
pelean en Siria e Iraq?
¡Es que mientras
los turcos apoyan a estas formaciones militares, los iraníes las combaten
militarmente!
Tampoco es el “Ejército
Libre de Siria” o FIS, ya que sus tropas -que fueron organizadas por Turquía- están
siendo enfrentadas por los iraníes a través de sus milicias libanesas, Hezbollah,
que apoyan a la dictadura de Bashar Al Assad en Siria.
Por lo tanto, la
conclusión más coherente es que ¡El “enemigo” común de Erdogan y Rohaní es el
pueblo kurdo, que además de combatir en Iraq y Siria actúa militarmente en Turquía
e Irán, enfrentando a sus respectivos regímenes!
Los jerarcas
turcos e iraníes realizaron esta declaración a pocos días del lanzamiento por
parte de los kurdos de Rojava de su “gobierno federal”, una decisión que fue
repudiado tanto por sus enemigos más acérrimos -ISIS, Turquía, Arabia, Barzani,
etc.- como por sus “aliados” circunstanciales, como Estados Unidos, Irán y
Rusia.
Es que para las
distintas alas del imperialismo y los representantes de las burguesías más
sanguinarias de la región, el “modelo” democrático de los kurdos es un mal
ejemplo, porque más allá de sus límites es demasiado “radicalizado” para un Medio
Oriente acostumbrado a las peores dictaduras.
Las
organizaciones democráticas, socialistas o antiimperialistas deben redoblar su
apoyo al gobierno autónomo de Rojava y al
pueblo kurdo que lucha por su liberación, asumiendo la necesidad de que esta
pelea se unifique con la que están dando otras étnias y sectores sociales
oprimidos contra los gobiernos de Al Assad, Erdogan, Rohuaní, Barzani y
compañía.
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